martes, 10 de marzo de 2015

semana 8

Última semana de este Erasmus+, increible lo rápido que pasa el tiempo ya dos meses desde que estamos aquí y como si fueran dos semanas. Ha sido una experiencia inolvidable de la que me llevo muchísimas cosas.
Esta semana tuvimos que hacer bastantes exámenes para la evaluación de los profesores para las notas del segundo trimestre. Tuvimos mucho que hacer todos los días además de terminar de comprar los regalos y cosas para la vuelta a España. El miércoles  nos enteramos de que los alumnos del consejo escolar estaban organizando una fiesta como la de White Sensation a la que íbamos a ir y se acabó cancelando pero esta en un barco y nos apuntamos, el jueves ya empecé con las maletas, necesité tres y mucha fuerza para meter todas las cosas y me pesaban al límite. El viernes ya nuestro último día tuve tres exámenes:sueco, alemán e inglés. El de inglés eran dos partes una jueves y otra viernes pero me pareció el menos difícil de los tres de ese día. Al salir dejé libre mi taquilla, voy a echar mucho de menos poder dejar allí las todo y después fui a casa a por mis cosas para quedarme a dormir en casa de Clara con Amaia esa noche después de la fiesta. A las cinco quedamos todos con Katarina y José, mi profesor de inglés, que es quien vino a recogernos, en Tibble para una reunión sobre el viaje, fue nuestro último rato en el instituto. Nos quedamos a comer en el Burguer King de Täbycentrum y fuimos a prepararnos.


La fiesta empezaba a las 10 y solo dejaban pasar a gente de 10 a 10:30 así que tuvimos que correr para llegar ya que nos costó encontrar el sitio, que estaba a una hora entre bus, metro y caminar de la casa de Clara. En la cola para entrar había que esperar un rato porque el chico que estaba de portero entraba cada rato dentro entonces tardó bastante.
La fiesta era en un barco que se llamaba "Patricia" amarrado en el puerto junto a muchos más barcos. Dentro primero había una chica que te hacía una foto al entrar y después la zona donde estaban los baños y el guardarropas, bajamos y estaba la discoteca con asientos a los lados y muchas luces. La mayoría de los suecos estaban quietos o bailaban de forma un poco rara sin casi moverse pero nos lo pasamos todos muy bien. Lo malo fue tener que volver a casa porque hay un trozo de 30 minutos que se hace caminando por medio de un bosque donde hay tramos sin farolas así que da un poco de miedo y hacía mucho frío. Clara vive en uno de los barrios ricos de Täby, hay casas preciosas pero todas las veces que pasé por allí no se ve a nadie ni fuera ni dentro de las casas.
A la mañana siguiente nos levantamos tarde y fuimos a desayunar. Clara iba a ir a Sigtuna con su familia así que nos dejaron a Amaia y a mi en la estación de tren. Como quedaba un rato para que pasara entramos en el centro comercial, Näsbypark centrum a sentarnos, es la primera vez que entraba pero no había mucho que ver dentro simplemente dos restaurantes y una biblioteca.
Cuando llegué a casa estaba en hermano de Yolanda  con su familia en casa, habían pasado allí la noche porque estaban pintando su casa y como tienen tres tres niños pequeños preferían pasar la noche fuera. Fui a ducharme y terminar por fin las maletas y bajé a ayudar con la cena. Como era mi último día iban a venir también el hermano de Eugenio con su familia y su sobrino. Hicimos cebiche que es el pescado (salmón en este caso) macerado en limón, lechuga, cebolla con perejil, patata, yuca y canchita (una especie de maíz  inca) ; de segundo ají de pollo con cebolla y pimiento frito, todo comida peruana y de postre gófres con helado y frutos rojos. Nos quedamos hablando en la mesa al terminar, bueno en total estuvimos en la mesa unas cinco horas, mítico  en una familia peruana. Por la noche conseguí dormir mejor de lo que creía que iba a dormir por los nervios.


El domingo puse el despertardor a las nueve y me preparé, bajé las maletas y desayunamos todos juntos. Yolanda me dio comida que había comprado para que trajera  a España: panes duros suecos, una fruta que se llama physalis de Perú que también se toma en Suecia, mermelada de un fruto que solo salé cuando el invierno allí va a ser muy frío, chocolate sueco y peruano gominolas para mi hermano y canchita que había frito el sábado. Me costó bastante despedirme de Sophi el perrito porque me encantan pero en casa no me dejan tener mascota y salimos de casa.
Habíamos quedado todos en el aeropuerto a las once y media y nuestro vuelo salía a la una y media. Para facturar las maletas la más grande me pesaba 21,5 kg así que tuve que ponerme en la cola larga con Clara para facturar en vez de en una automática mucho más rápida. Fue difícil despedirnos de las familias pero no tuvimos mucho tiempo.


El viaje en avión fueron tres horas cuarenta y cinco. En el aeropuerto de Madrid fuimos hasta la terminal 4 que es desde la cual salía a las doce el autobuses, cogimos unos carritos para las maletas y fuimos a comer algo al MacDonals, estuvimos en el aeropuerto seis horas así que no había mucho más que hacer, después fuimos a una cafetería y volvimos al Macdonals a cenar algo aunque yo estaba ya llenísima después de la comida. A las doce menos cuarto fuimos al bus y seis horas y media después a las siete menos cuarto llegamos a Lugo. Fin de nuestro viaje a Suecia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario